En los tejados desmantelados del infierno,
los gatos tosen sus pestes redentoras.
La cocinera
es un cíclope asimétrico
con gran olfato para las mezclas picantes.
Ha salido al jardín
y en los cantos de la cuneta
vuelca la grasa amarilla,
arde en su único ojo la matriz de la maldad,
toda vida se rinde ante la luz de su mirada
En sus manos de luchador,
sucumben diversos animales
destrozados en los piletones del patio.
Marcelo Dughetti (Villa María, 1970).
En Hospital. Inédito.
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