mi querida: me dije algún poema tiene que
haber
porque hay tanto ruido en el país
y en estos días las metáforas se cumplen
ya casi no hablamos más
que de nosotras: metonimias de un paisaje
de guerra
o pequeños predios donde cultivar
imágenes de sí
querida: se disuelve mi dogma a medida
que amo
y aunque mi dogma sea de una especie
razonable
padezco los efectos de esta fatal
transformación:
no sé nada ya de aquello que era
pero no olvido tampoco cómo era aquello
ser
una foto de otra época me muestra como a
una muchacha
a la que he conocido: mi nostalgia de
ella es infinita
aunque me diga que todo está muy bien y
aunque sea cierto que todo está (muy
bien) ahora
algún poema tiene que haber me dije en
lugar
de una certeza siempre hay un poema
y en lugar de un poema siempre estoy
escribiendo cartas como un náufrago al
revés:
no corro peligro más que de mí y el mundo
es una isla en la que sólo puedo
sumergirme
mi querida en estos días
en que la filosofía es un murmullo de la
edad
sos el ruido de un país en predios secos
donde un poema sería agua de beber
Liliana Lukin (Buenos Aires,1951)
En Carne de tesoro.
Editorial Sudamericana, Buenos Aires,
1990.
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