Fotografía: Hugo Suarez
En el correo la mujer que vende sobres es ciega
sus ojos son pisadas de un animal
que huyó hace tiempo
Me reconoce cada vez que llego
Esta mañana me dijo
vos sos la chica que escribe poemas
a quién le enviás hoy?
Me dio un sobre pequeño donde calza justo un libro
aunque en su mirada no calce una sola visión
Sus ojos son blancos como la espalda de un dios
íntimo con ella
que se rehúsa a mirarnos
de ellos no cae agua nieve
caen esquirlas de un volcán
que trama en las profundidades
Estos son tus poemas? preguntó
tomó el libro pero no como un libro
sino como si tomara un cráneo, un ramo, una espada
algo frágil y feroz, distante a nosotros
Abrió en la página treinta y con sus dedos recorrió los versos
de derecha a izquierda como si desandara un viaje
Se frenó en la palabra ciervo
la acarició una y otra vez
como si hubiese decidido domesticarla
Su índice se superpuso a la palabra
que ya no se vio
como si el ciervo hubiera entrado en ella
como si nunca se hubiese ido
como si sus patas firmes en un nuevo territorio
hubiesen borrado por un instante
las anteriores pisadas.
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Rezak Motanic observa incrédulo lo que parece un cráter lunar
Agencia AP, 27/11/2013.
Agencia AP, 27/11/2013.
En la radio anunciaron cortes parciales de agua
mientras una laguna desaparece en Bosnia
y aquí, el perro bebe de un pozo que ha cavado él mismo
Justo allí está el desagüe que viene del fondo de la sala
cuando se baldea el patio
Algo escapa con el agua y el perro bebe incansablemente
En el reflejo del charco parecen dos animales
saludándose desde mundos paralelos
a través del cráter que ha dejado el paso de un gigante.
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Estás solita? me preguntás
No, estoy con Hugo que ha venido a pintar la sala
a lavar la cara de su dios malo
en un precario acto
Un soldado corpulento con rostro de insecto
lo observa
lijar con fuerza
desprender el seco aguijón de un niño
la vulva de un fantasma que esperó salir
ser acariciado
Cubre el piso del goteo con diarios viejos
con obituarios
de gente que goteó aquí su última lava
El color es beige y es cálido para este monte
Ha prendido la radio
La música tapa el crepitar de los peces
La pared absorbe como el lecho de un pantano
Debajo de los cuadros las manchas son oscuras
Pasa la brocha
Deja sin pérgola a las palomas de la putrefacción
Estás solita? me preguntás
y qué hacés?
Leo sobre la muda de especies tras los incendios del lunes
Veo aquí una constelación de hombres
que emigra en plena mañana como murciélagos
Pienso
qué es el color beige para una habitación sin luz
y qué pensará de este precario acto
la noche.
Laura García del Castaño (Córdoba, 1979)
En El animal no domesticado.
Pan Comido Ediciones. Córdoba, 2014.
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